Cargando...
Estas técnicas de usan para la restauración y el mantenimiento de la estética, la belleza y la salud. Se caracteriza por emplear prácticas médicas poco agresivas. Un aspecto estético adecuado siempre es beneficioso para el paciente y ayuda a su bienestar, mejora su confianza y contribuye positivamente en su salud general. De todo el amplio abanico de procedimientos de medicina estética, destacamos los tratamiento con toxina botulínica y rellenos faciales, sobre todo por la alta demanda que recibimos.
La toxina botulínica causa reducción temporal de la contracción en la musculatura en la que se ha inyectado, durante un periodo mínimo de 12 semanas. Consigue relajar las arrugas del entrecejo y periorbiculares (patas de gallo). La mejoría de las mismas no suele ser inmediata sino que se produce de forma paulatina durante la semana posterior al tratamiento.
Los rellenos faciales con sustancias sintetizadas que nosotros empleamos son siempre absorbibles, lo que quiere decir que pasado un tiempo desaparece completamente. En el 95% de los casos empleamos Ácido Hialurónico, que es una sustancia presente en los diferentes tejidos de todas las especies animales, cuya función es mantener la elasticidad de la piel y contribuir a su hidratación. Es un bioimplante en forma de gel estéril, claro, incoloro y transparente, que se inyecta de forma subcutánea con el fin de restaurar o corregir alteraciones inestéticas de la cara (depresiones por pérdida de volumen facial, arrugas pronunciadas, caída de ceja o pómulo, etc). Tras su inyección se integra de manera natural en los tejidos, sin alterar las características de la piel. Es un producto absorbible, es decir que el organismo lo degrada hasta hacerlo desaparecer en un periodo de tiempo variable. Sus efectos beneficiosos para la piel son una mayor hidratación y un mayor volumen.