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En ocasiones las heridas son muy extensas por lo que las pérdidas de piel y tejidos blandos, deben repararse, ya que de no ser así, podrían aparecer infecciones, cronificación de heridas y úlceras, etc.
Las grandes pérdidas de sustancia pueden deberse a varios factores (traumatismos, quemaduras, ablación de tumores de piel, úlceras por presión, dehiscencias de suturas previas, etc). El tratamiento de elección es la reparación mediante cirugía reconstructiva mayor. La cirugía se realiza para cerrar la herida abierta y así restaurar los tejidos de cobertura deficitarios. Ésto podrá realizarse incorporando en la herida abierta, tejidos de otras zonas corporales donde éstos sobran, tales como injertos de piel (lámina muy fina de piel que se extrae de cualquier zona anatómica), colgajos locales o locorregionales (tejidos de zonas vecinas a la herida). En ocasiones puede ser preciso algún procedimiento complejo que exija la práctica de técnicas de microcirugía.